Rafael Cansinos Assens, adalid de la modernidad (Biografía con información bibliográfica)

Durante un largo periodo de su juventud mantuvo una intensísima relación con una cortesana llamada Carmen, que terminó de forma dramática en un hospital, con ella en una situación deplorable, deformada horriblemente por una desconocida enfermedad que le fue ennegreciendo la piel y cuyo sufrimiento solo calmaba el cloroformo y la morfina. Fue una dilatada agonía para ella, con él al pie de su cama en la sala común de un hospital de beneficencia. Era una mujer muy hermosa, alta, fuerte, de largo cabello negro, que amó y fue amada por Rafael de forma apasionada. En estos años le dedicó decenas de salmos, que se intensificaron tras su fallecimiento. En una entrevista con RCA publicada en La Acción en marzo de 1923 le dijo al periodista: "Amé y fui amado y no quiso la suerte concederme la duración en la dicha; en los umbrales de mi juventud hay tendido el cadáver de una mujer, más terrible que un león. Esa amada era la novia y la esposa, sin haber sido la desposada, y mi corazón no ha podido sanar nunca de esa herida. La gloria literaria no podría ser nunca un bálsamo para ese dolor, y gracias que pudiera paliar con rosas artificiales el desierto de una frente cansada." Esta mujer formó siempre parte de su vida íntima y no quiso convertirla en personaje de La novela de un literato. Ni siquiera aparece citada.

Colombine dirige y financia la Revista Crítica. RCA la convence de que incluya una sección de judaica, que realiza él firmada con el seudónimo de Ben Sarón. En la revista se incluirán colaboraciones de judíos que viven en Madrid gracias a la intermediación de Cansinos, pero tendrá una vida efímera por falta de financiación. Colombine intentará meses después que el jovencísimo Ramón Gómez de la Serna se involucre en la misma, aportando dinero, pero a lo que parece su participación no fue más allá de lo literario. Hay que tener en cuenta que en este tiempo su padre, don Francisco Javier Gómez de la Serna, director general de Registros y del Notariado, no le dejaba salir por las noches y ejercía un ferreo control sobre su persona y, cabe suponer, sobre sus gastos.

Asiste con Jose Iribarne en El Madrileño al debut de dos cupletistas catalanas hermanas, que se llaman respectivamente Tina y Raquel Meller. Raquel Meller posteriormente se convertirá en una gran artista internacional.

Su vida cotidiana transcurre en el periódico con los redactores. Con los que tiene más amistad son Ricardo J. Catarineu y Fabian Vidal. El ambiente de trabajo es axfisiante por la presión del dictatorial de Leopoldo Romeo.

Colombine se traslada a la calle San Bernardo a un piso con un salón enorme para ampliar la dimensión de sus tertulias. Tiene escarceos amorosos con los jóvenes Ramón Gómez de la Serna, José Francés y Julio Antonio, el escultor.  También con Eduardo Barriobero, el abogado literato. Rafael Cansinos, poco a poco, se va alejando de estas tertulias, a las que asiste con menos asiduidad.

Leopoldo Romeo quiere transformar la vieja Correspondencia de España, periódico de las familias burguesas, conocido familiarmente como El Gorro de Dormir, en un gran periódico moderno, por el estilo del Daily Telegraph, con ocho, diez y hasta doce páginas, información copiosa, del interior y del extranjero, y publicidad abundante. Esto provoca nuevas tensiones en el periódico.

Vive en la calle Escalinata, 8 y 10, piso principal.

Conoce a Ramón Gómez de la Serna (de 20 años) –«un chico de mucho talento» según Colombine–, que edita, pagada por su padre, una revista titulada Prometeo. Cansinos colaborará Prometeo gracias a Colombine.

Cumple 26 años.

El Consejo de Ministros, presidido por Antonio Maura, le concede la medalla de plata "denominada de los sitios de Zaragoza" (?)