Rafael Cansinos Assens, adalid de la modernidad (Biografía con información bibliográfica)

Como cura de desintoxicación Manuel Molano y Rafael Cansinos pasan una breve temporada en el Monasterio de El Paular (Sierra de Madrid). Cansinos irá normalizando su vida en los siguientes años, pero Manuel Molano desaparecerá –su pista se pierde en Paraguay– y no se volverá a saber de él.

Pocos días después de la boda del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia de Battenberg —acaecida el 31 de mayo de 1906 y en la que los recién casados fueron víctimas del atentado con bomba de Mateo Morral— Leopoldo Romeo, director de La Correspondencia de España, atendiendo a una carta de recomendación de José Nakens, le contrata. Su trabajo inicial, de dos horas, consistía en repasar todos los días el rotativo británico Daily Telegraph para extraer noticias que pudieran interesar en España (la reina era Británica). Trabajará en esta redacción haciendo periodismo hasta 1919. Sus compañeros allí eran Fabián Vidal, Ricardo Catarineu, Cadenas, Félix Lorenzo, Delgado Barreto, Agustín R. Bonnat, Pedro Mata...

La casa Federico Jobst de Stuttgart, con motivo del centenario de su fundación de esta casa, publica el lujoso folleto En el aniversario de la fundación de la casa Federico Jobst de Stuttgart, por Federico Kober. La traducción es de Rafael Cansinos [con "s"]-Assens.

Parece que este tiempo tenía dos perros. Tanto a él como a su hermana Pilar les gustaban mucho los animales de compañía y por su vivienda irán pasando también un gato y un galápago.

Aparece su primera colaboración firmada en La Correspondencia de España en la sección de "La actualidad", titulada "El ingenuo Dr. William". Es una sección en la que alternaban firmas como las de Felix Lorenzo, Ricardo J. Catarineu, Pedro Mata, Fabián Vidal o Manuel Delgado Barreto. El director, Leopoldo Romeo, estaba de vacaciones y fue Cararineu quien se la publicó. Los elementos más reaccionarios del periódico le clasificaron como "modernista". El artículo aparece firmado ya como "Rafael Cansinos-Assens", con la variante con s final en Cansino. El guión, que estaba muy de moda en este tiempo, a veces lo utilizaba y a veces no. Al final de su vida dejó de utilizarlo. Sus investigaciones sobre su origen familiar judío le llevaron a la conclusión de que la variante original del apellido era Cansinos, utilizada en el Norte de España, y que la s se había perdido en Andalucía.

Colombine se trae de Almería a su hermana Ketty (Catalina) para ocuparse de su hija Maruja, que entraba en la pubertad. RCA pasará en los siguientes años, entre los habituales de la tertulia, por el pretendiente de Ketty. Tenía cuatro años más que el joven Rafael. Ketty fue siempre una buena chica que lo único que deseaba era buscarse novio formal, casarse y formar una familia. Por supuesto, Rafael estaba lejísimos de ese ideal. Su personalidad era la opuesta de su hermana mayor: seria, de costumbres y usos tradicionales, no pasaba de las Rimas de Bécquer, permanecía enigmática y silenciosa en la tertulia...

El círculo de Villaespesa sigue ofreciéndole la ocasión de relacionarse con más y más literatos: José Ingenieros, Eugenio d’Ors, artistas gráficos como Monteserín y, sobre todo, Ricardo Marín, etcétera.

Gracias a la influencia de Catarineu, Luis Bello le publica una crónica en Los Lunes de El Imparcial. Cansinos comienza a abrirse camino en el difícil mundo de la Prensa. En Los Lunes publicaban firmas como Marcelino Menénez Pelayo o Emilia Pardo Bazán y otras menos conocidas hoy pero que entonces eran mu leídas: José Ortega Munilla, Fray Candil (Emilio Bobadilla y Lunar), o el propio Luis Bello, al que el joven Rafael tenía en mucha consideración.

Publica en La Correspondencia de España una crónica con el título «Fémina» en la que defiende que la mujer española se ha quedado rezagada con respecto al hombre español y a la mujer extranjera. El día 16 volvió a escribir un nuevo artículo con el título «La mujer española». Estas crónicas provocan una avalancha de cartas de mujeres. Establece así relación epistolar con Cecilia Camps, una mujer mayor que él con la que mantiene una relación epistolar intensa. Cecilia se convertirá en el futuro en escritora y dramaturga.

A partir de 1906, deja de firmar y de fechar sus escritos íntimos. Suele terminarlos, con independencia de la extensión, con dos sencillas rayas.

Cumple 24 años.

Con Zaratustra (José Iribarne), libelista y editor de publicaciones como El Terrible Pérez, Peláez Crítico, Toribio saca la lengua, participa en sus tertulias de los aledaños de Antón Martín, llenos de tupinambas (primeros bares), en los que se reúnen con bohemios como Segundo Uriarte de Pujana o Francisco Pompey. También frecuentan teatrillos de variedades, donde las artistas se cogen la pulga, y barracas de cine, como la de la calle Encomienda, donde actúa, alternando con las películas borrosas de Max Linder, el gran Luis Esteso, el Rey del Hambre y de la Risa… Zaratustra y Cansinos disfrutan con estos espectáculos canallas. Otros que pasarán por la tertulia de Zaratustra serán Eduardo Andicoberry y el poeta argentino Pedro Maturana. Pasan muchas noches en el teatrillo de variedades El Madrileño donde ven actuar a actrices como la italiana Olimpia D’Avigny.