La CIAP se hace con el control

Las opciones de trabajo empeoran para Cansinos cuando la CIAP se hace con el control de la crítica contratando en los periódicos planas semanales dedicadas al libro y en las que escritores a sueldo pasan revista a las publicaciones de actualidad, que son naturalmente las que la CIAP edita, y les dedican elogiosos artículos. Además, la CIAP todos los meses celebra banquetes, presididos por Ignacio Bauer, a los que asisten los autores y críticos de la casa, siendo el de mayor rango Eduardo Gómez de Baquero (Andrenio). Cansinos Assens es en este momento el crítico oficial de La libertad y, gracias al apoyo de su director, Joaquín Aznar, lo siguirá siendo, aunque, eso sí, el periódico publica también la plana publicitaria que la CIAP pagaba a Juan Chabas.

Cansinos no tendrá ni una sola colaboración en la Revista de la Raza, financiada por Ignacio Bauer y dirigida por Manuel Ortega Pichardo. Ortega Pichardo, al parecer, era quien ahora escribía las publicaciones que firmaba Ignacio Bauer. En la revista, que era el órgano de la Alianza Hispano Hebrea, participaron ilustres intelectuales del momento, incluidos los futuros, y destacados, fascistas Ernesto Giménez Caballero y Agustín de Foxa, muy del gusto de Ignacio Bauer.

Año
1927
Procedencia

La novela de un literato , capítulo “La CIAP”.

Sobre la Revista de la Raza: Rother, Bernd (2000). «España y los judíos: de los albores del siglo XX a la Guerra Civil». Los judíos en la España contemporánea: historia y visiones, 1898-1998 (Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha): 153-172.