Frecuenta la tertulia de El Motín y conoce a Nicolás Díaz-Pérez, a Brieva, a Cintora, etcétera, a periodistas y escritores relativamente jóvenes, como Claudio Frollo, que escribía en El Heraldo, Viriato Díaz-Pérez, hijo de don Nicolasón, y Pedro González-Blanco, un joven ateneísta que acababa de traducir el Zaratustra de Nietzsche. También al peculiar padre Ferrándiz.
Año
1900
Procedencia
La novela de un literato. Capítulo: «José Nakens».