Sigue teniendo noticias del Modernismo por sus detractores. Se crea un debate social, que también entró en su casa familiar, y que provocaba discusiones entre los jóvenes y los viejos de cada familia.
Pendiente documentar. Está contado también en La novela de un literato , capítulo “Mi venida a la Corte”: "El debate sobre el Modernismo penetraba en los hogares y promovía discusiones acaloradas entre los jóvenes y los viejos de cada familia. No hay que decir que mi tío y sus amigos se pronunciaron desde el primer momento contra los modernistas. Lo cual era suficiente motivo para que yo, sin saber a punto fijo quiénes eran los modernistas ni en qué consistía su credo literario, me declarase, desde luego, partidario suyo, me dejase crecer las melenas y adoptase esa denominación escandalosa como un estigma."