La República, con su proclamación de la libertad de cultos, atrae a España a un buen número de personalidades judías, como en 1914 cuando la guerra europea. Entre estos turistas hebreos que quieren ver de cerca una España nueva, figuran el rabino Sabetai Jaén de Bucarest, el banquero Menahem Ben Coriat, procedente de Tanger, que vuelve a poner en marcha la pequeña sinagoga de la calle del Príncipe, inaugurada por Max Nordau y Abraham Yahuda y en la que se celebra una boda judía de la que aparecen fotos en toda la Prensa. Cansinos retoma la amistad con Yahuda, que le propone que le acompañe a Londres para realizar proyectos dentro del sionismo.
La novela de un literato , capítulo “Los sefardíes”.