En su calidad de periodista, a la una de la madrugada y antes de meterse en El Colonial o en otros cafés de la Puerta del Sol, visita a diario la Central de Teléfonos, un mentidero periodístico, con un gran vestíbulo donde se formaban, de pie, numerosas tertulias de periodistas y gente de la farándula en busca del bombo periodístico.
Año
1912
Procedencia
La novela de un literato. Capítulo: «Teléfonos».