En Renacimiento también tiene cierto trato con su director, Ricardo León, por el que Cansinos sólo sentía antipatía, acrencentada después de los problemas sentimentales entre León y Concha Espina, que fue abandonada por el escritor para casarse con una mujer jóven.
Año
1923
Procedencia
<i>La novela de un literato </i>, capítulo “Concha Espina”.