La Guerra Mundial envenena las relaciones sociales con el transfondo de la lucha ideológica. Por ejemplo en tertulia de la Campana, La Pecera, donde tantas horas pasa Cansinos, el presidente, don José Andión, antiguo suscriptor de El Liberal, sigue la línea de su periódico, es decir está con las potencias de la Entente; en cambio Nadal, el Secretario, maurista, se pronuncia por los alemanes y lanza tópicos de la Prensa derechista. RCA, aunque inclinado siempre a las izquierdas, evita cualquier enfrentamiento.
La Pecera le servía a Cansinos como mentidero ya que allí se comentaba todas las noticias del día y confluían todos los rumores y chismes que no recogían los periódicos. Francisco Torres, el Gran Simpático, era el experto máximo de ese periodismo oral que luego Cansinos llevará en su vejez a La novela de un literato.
La novela de un literato. Capítulo: «Reflejos de la Guerra» y «Noticias».