El padre Antonio López, profesor de Retórica y Poética, propone a sus alumnos pies forzados para que sobre ellos escriban quintillas, cuartetas, décimas o sonetos. RCA destaca notablemente en esta labor y el profesor le dedica la siguiente décima: Oigo con grata ilusión / De tu genio esclarecido / El débil primer vagido / Que exhala tu inspiración. / Si con constante ambición / Por las musas te desvelas, / Y de la virtud en alas / Hacia las cúspides vuelas, / Llegarás, si no resbalas, / A la alta cumbre que anhelas...
Se da la circunstancia de que el padre Antonio López fue unos años después, en 1914, profesor de Luis Cernuda y que éste también escribió sus primeros versos a instancias suyas.
Citado en una entrevista con Artemio Precioso publicada como introducción a El pecado pretérito (La Novela de Hoy, Madrid, núm. 47, 6 de abril de 1923, p. 4). Se sitúa el dato en 1896 porque en ese capítulo escribe: "Aquella consagración del viejo poeta, que a nosotros entonces nos parecía un genio, confirmó en mí la vocación literaria y me valió, a mis trece años, el entusiasmo de mi madre, la tolerancia de mi tío y el epíteto de literato en la familia y entre sus amistades." También está contado en La novela de un literato en el capítulo "La vocación literaria".
El dato de Cernuda me lo facilitó Eva Díaz Pérez. En un poema en prosa de Ocnos dice Luis Cernuda: "Fue él quien intentó hacerme recitar alguna vez, aunque un pudor más fuerte que mi complacencia enfriaba mi elocución; él quien me hizo escribir mis primeros versos, corrigiéndolos luego y dándome como precepto estético el que en mis temas literarios hubiera siempre un asidero plástico"