Se reúne una vez en casa de Ricardo Baeza con el que autodenominan «el cenáculo de exquisitos» del que forman parte Goy de Silva, Jacinto Grau, Fernando Fresno... Todos vinculados con Ramón Gómez de la Serna, su líder. Pero algo hay en ese grupo que le repele a Cansinos, a pesar de los esfuerzos que hacen por captarle. Cansinos rehuía los supuestos grupos de intelectuales de moda y prefería pasar sus madrugadas con gente de la farándula, con amigos de La Pecera o con poetas humildes... O en el ambiente frívolo de las tertulias de su amiga Colombine. Con el tiempo, por esta actitud suya, interpretada como despectiva, le pasarán factura...
La novela de un literato. Capítulo: «Exquisitos».