Broma pesada

Recibe una llamada de telefónica de un supuesto policía en la que le comunica que van a pasar a recogerlo para trasladarle a la Dirección General de Seguridad para hacerle unas preguntas. En estos años, según testimonio de Rau Galán, con cierta regularidad aparecían guardias civiles o policías de "la secreta" en el domicilio haciendo preguntas. La decoración de la casa incluía cuadros y esculturas con imágenes religiosas, y crucifijos, muchos crucifijos. La llamada, al final, resulto ser una broma pesada.

Año
1954
Procedencia

Testimonio de Braulia Galán, viuda del escritor.