El Gobierno recibe presiones para armar al pueblo. Casado Quiroga se niega. Dimite. Cansinos se va a los cafés de la Puerta del Sol. El Bar Flor tiene la radio a todo volumen y se escuchan las noticias desde la calle. A las 03:00 h. de la madrugada la radio anuncia que Azaña ha encargado a Diego Martínez Barrio formar un gobierno de centro, sin los socialistas, "un gobierno provisional conciliador", dice en La novela de un literato. Abucheos. La gente habla de ir a la guerra. Convocatoria de huelga general. Oposición obrera. Hacia las 09:00 h se anuncia un nuevo gobierno presidido por José Giral.
El Gobierno autoriza el reparto de armas en la mañana del domingo 19.
El general Joaquín Fanjul Goñi, vestido de civil, llega al Cuartel de la Montaña a las 12:30. Dentro del acuartelamiento había 1.200 soldados y 45.000 fusiles, entre otro material de guerra. Cansinos cuenta en sus diarios que se habían incorporado al cuartel «un centenar de falangistas».
Por la tarde del domingo 19 dos jóvenes de la tertulia de Cansinos, Eduardo Cimorra y Emiliano Ramírez Ángel (hijo), participan en un tiroteo contra la guardia del Cuartel de la Montaña.
La Puerta del Sol está tomada por milicianos armados que piden carnets sindicales o de partidos de izquierda. El joven poeta Esposite tiene que avalar a RCA para superar el control. Cansinos escribe en su diario el famoso final de La novela de un literato:
«–Están armando al pueblo…, es decir, al proletariado… –comenta con cierta alarma Esposite–. Esto es ya la revolución comunista… Los republicanos estamos ya de más… Querido maestro, ¡la República ha muerto!…
»–Sí –digo yo con tristeza–. ¡Y la literatura también!
»Y ambos nos estrechamos las manos en un gesto de pésame.»
Datos históricos y La novela de un literato: «Domingo noche».